Esta vez me he atrevido con platos de origen árabe. La cocina árabe y asiática no están entre mis favoritas, pero la sabia combinación de las especies que realizan, muchas de ellas nada desconocidas en la cocina occidental, creo que son una de las cosas que marcan esa diferencia de sabores que las hacen tan especiales sobre todo en la cocina árabe.
Empezamos con los Ingredientes, siempre os digo lo mismo "LO QUE UNA PERSONA SEA CAPAZ DE COMER":
Ingredientes para 4 personas
- 1 POLLO
- 300 GRS DE SEMOLA DE COUS COUS
- 150 GRS DE CALABACÍN
- 150 GRS DE CALABAZA
- 200 GRS DE ZANAHORIAS
- 150 GRS DE NABOS
- 200 GRS DE GARBANZOS COCIDOS
- SAL
- PIMIENTA
- CANELA
- AZAFRAN
- COMINO
Elaboración
En un recipiente, mezclar la sémola con agua formando una masa.
Sofreír el pollo troceado, sazonado y aderezado con las especies en una cazuela con aceite de oliva.
Agregar agua a la cazuela y cuando hierva, añadir las verduras cortadas en tiras gruesas. Colocar una couscusera " keskés" encima de la olla que cuece las verduras y las carnes. Introducir la sémola dejándola cocer al vapor hasta que éste comienza a salir entre medio de los granos, retirar y añadir una porción de mantequilla y proceder a soltar los granos frotándolos con las manos.
Añadir los garbanzos cocidos al final de la cocción del resto de verduras. Repetir este proceso de cocción de la sémola tres o cuatro veces más, (mantequilla, amasar, soltar los granos y cocer al vapor.)
Una vez cocidos los ingredientes los retiramos de la cazuela manteniéndolos calientes y dejamos reducir un poco el caldo de la cocción para que coja mas cuerpo.
Procedemos a montar el plato colocando la sémola en el centro en forma de pirámide y alrededor las verduras los garbanzos y las carnes y lo regamos con el caldo.
Sed valientes y probadlo os sorprendereis que vuestras papilas gustativas van a cobrar vida y la conjunción de sabores va a ser realmente explendorosa.
Un saludo
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